Aquella tarde de jueves había
quedado con Elsa. Solo la consideraba una amiga a pesar de lo bien que nos
llevábamos porque tenia novio. Era preciosa: pelirroja de bote con mechas
rubias, nariz respingona a lo Emma Suárez, unos ojos verdes preciosos y un cuerpo
precioso con unos pechos en la media. La
verdad es que tenia ganas de conocer a sus amigas, sobretodo a Mónica que me habían dicho que era adicta al sexo y
se lo montaba con cualquiera. Tampoco hablaban mal del resto pero se hablaba
mas siempre de la que proponía algo mas que una simple conversación entre
amigos.
Pase a recoger a Elsa hacia las 8,
que es cuando sale de trabajar en una exposición del centro, y me comento de ir
a tomar una cerveza. Estuvimos unos 3 cuartos de hora hablando de nuestras
cosas y recibió una llamada de sus amigas. Iban a estar en casa de Mónica
fumando unos porros y hablando, nada de salir de fiesta. Yo ya daba por hecho
que ese día tampoco las conocería, pero Elsa me dijo si quería ir. Al principio
la dije que no porque me esperaba a un grupo de mujeres hablando de sus cosas y
donde yo no pintaba nada, pero Elsa me convenció de que allí me echaría unas
risas y pasaría un buen rato, además de conocer a sus amigas. Cuando llegamos y
entré, sentí que me había equivocado yendo allí, sobretodo por el rollo que
tenían de fumar que a mi nunca me ha acabado de ir. Mónica era una morenaza
algo bajita, con el pelo liso, unos ojos negros con una mirada penetrante, y un
cuerpo repleto de curvas, sin que le sobrara ningún kilo, con unos buenos
pechos. Morbo en estado puro, sobretodo sabiendo sus vicios. También estaban
allí Mina y Sandra. Mina es una chica alta pero muy delgada para mi gusto, con
poco pecho. Su pelo castaño de bote hace juego con unos grandes ojos marrones,
labios finos y una nariz recta. A mi no me parece muy guapa pero hay que
reconocer que esta bien. Sandra es de estatura media, morenaza con unos ojos
azules preciosos de mirada simpática, labios húmedos y una facciones preciosas.
La sorpresa surgió al ver a la
criada, Tamlyn de unos 35 años, asiática, con un rostro muy bello y un cuerpo
bastante bien cuidado. Vino a atendernos con un uniforme de criada normal y
corriente, que no conseguía quitarle el morbo que tenia.
La verdad es que era un piso en
mitad de la ciudad, se que ese tipo de pisos son caros, pero no me imaginaba
que hubiera gente viviendo asi en ellos, ya que Mónica vivía sola.
Después de las presentaciones me
preguntaron 4 cosas para saber un poco quien era y para ser simpáticas conmigo,
Tamlyn me trajo una cerveza, y ellas empezaron a hablar de sus cosas. De un
instante a otro me di cuenta que allí no pintaba nada, asi que pensé en
acabarme la cerveza y pirarme. A pesar de que de vez en cuando me decían algo, estaba
claro que no pintaba nada, pero cuando estaba a punto de acabar mi cerveza,
Tamlyn me trajo otra. Esta era de importación por lo que me dijo Mónica. Su
sabor era fuerte, yo he probado muchas cervezas pero esta no la había probado
nunca. A la tercera cerveza ya iba bastante tocado, y eso que mido algo mas de
1,90 y aguanto buenas series de cubatas.
Mónica y Sandra empezaron a
hablar conmigo cuando me vieron tocado por las cervezas. Empezaron a vacilarme
y yo no pude evitar entrar en el juego. Nos estábamos echando unas risas,
cuando minutos antes estaba allí de adorno. En un momento dado me picaron para
que me quitara la camiseta, y yo las rete a que hicieran lo mismo, Mónica
acepto el reto y Sandra decidió echarse a un lado. Yo ya me vi pasando la noche
con Mónica cuando después de quitarme la camiseta ella hizo lo propio, sin
llevar sujetador. En ese momento me quede un instante desencajado hasta que
Mónica se me tiro encima, me empezó a besar y note un pinchazo en el brazo.
Empezó una conversación que no esperaba:
- Se porque has venido a conocernos, has oído que soy adicta
al sexo y igual te has pensado que el resto también son asi y igual si no te lo
montas conmigo te lo montaras con alguna de mis amigas - dijo Mónica con un
tono pícaro.
- Vine porque Elsa me convenció, no me parecía tan buena
idea en un principio - dije con cierto descaro haciendo entrever que aquello me
empezaba a gustar.
-Pos creo que partir de ahora va a venir lo mejor - y se
levanto de encima mío.
Iba a levantarme para seguir la
jugada que creía que estaba pasando, pero no pude. No tenia fuerzas. Me estaba
quedando paralizado.
-Tamlyn aprovecho nuestro momento de pasión para inyectarte
una droga que paraliza los músculos del cuerpo, pero que te mantendrá
consciente.
-Me estáis vacilando, ¿verdad? – dije con cierta dificultad
-Pues no. Hace tiempo que quería jugar contigo, me caes de
puta madre y encima me das mucho morbo - dijo Elsa – pero sabia que como tengo
novio no ibas a hacer nada. Pero a partir de ahora vas a ser nuestro, depende
de cómo nos vaya contigo se lo haremos a otros.
-La verdad es que cuesta encontrar chicos que me satisfagan,
creo que un chico de tu porte bien entrenado me vendrá bien. – agrego Mónica.
Tamlyn se acerco, me cogieron
entre todas y me llevaron a una habitación que era mas grande que el salón, se
notaba que para hacerla habían quitado las paredes de varias habitaciones.
había una cama de matrimonio, un potro, una x que se podía poner en vertical,
una camilla, un tablón con elementos de masturbación (dildos y vaginas en lata),
algunas maquinas raras, una bañera, una ducha, un biombo y un armario bastante
grande. Todos los artefactos tenían grilletes. Me colocaron en la camilla y me
quitaron toda la ropa. Mónica examino mi miembro y dijo que había que verlo en
acción, después me colocaron en la x y la pusieron en vertical. La x en
cuestión tenia ruedas y la pusieron enfrente de la cama. Mina y Elsa se fueron
detrás del bombo que tenia una luz por detrás, con lo que se veía la silueta de
quien estuviera haciendo algo en el biombo.
Note otro pinchazo, era Sandra, y
note que recuperaba fuerzas. Hice fuerza contra los grilletes, pero era algo
inútil. Sandra me dijo que lo mejor que podía hacer era disfrutar con el
espectáculo. Mire hacia el biombo. Se podía distinguir la silueta de las dos.
Mina tenia los pezones en punta y Elsa se lamió la punta de los dedos y los
toco.
La puerta se cerro y apareció ante mi una increíble Mónica
enfundada en un corsé, que le llegaba a tapar los pechos pero sin tanga ni
bragas y con unas medias de encaje, todo el conjunto de color negro.
-Dime si sientes esto – dijo con voz de mando. A lo que note
como su mano me acariciaba el pene y los testículos. La visión del biombo me
había medio puesto a punto, asi que con las caricias estaba ya a punto.
-¿De que va todo esto? – dije aun con cierta dificultad.
-Veo que si lo notas, pero quiero que sepas que esto quizás
no acabe como tu esperas.
-¿Que me vais a hacffff? – Sandra me tapo la boca con un
arnés con bola.
Elsa y Mina salieron de detrás
del biombo y se dirigieron a la cama, iban besándose con cierta dedicación
mientras se acariciaban. Elsa llevaba un tanga azul y unos zapatos de tacón
alto a juego, mientras Mina llevaba un tanga, unas medias de encaje y unos
zapatos, todo el conjunto en blanco. Sandra puso una cámara de video a un lado
y acerco unos dildos y una fucking machine. Uno de los dildos era muy largo y
otro era mas corto pero muy ancho, los dos con la superficie llena de esferas.
Elsa y Mina estaban a lo suyo.
Elsa estaba sentada y Mina había bajado unos centímetros y lamía los pechos de
Elsa con pasión, centrándose en esos hermosos pezones. Después bajo mas abajo y
le quito con delicadeza el tanga, para pasarle lentamente la lengua por el
clítoris. Elsa estaba enloqueciendo, pero Mónica no podía quedarse de lado asi
que se puso de pie encima de Elsa y esta empezó a lamer el coño de Mónica entre
los jadeos que no podía evitar.
Mónica estaba disfrutando de lo
lindo, mientras yo estaba completamente empinado con una erección muy
placentera. Mónica cogió el dildo ancho, aparto el tanga y empezó a jugar con
el en el coño de Mina. Elsa se dio otro beso en la boca con Mina y empezó a
jugar con el otro dildo.
La escena me estaba llevando a la
locura, y Sandra estaba grabándolo todo. La mire con ojos de cordero degollado,
se acerco y me agarro del pene. Subió y bajo. Casi me vuelvo loco. Después
volvió a la cámara. Yo la miraba pero ella siguió a lo suyo.
Entonces Mina cogió a Mónica y la ato de pies y manos a unos
grilletes que había en el pie de la cama y levanto la cama hasta la altura de
mi pene. Yo estaba justo en frente, asi que pensé que me empujarían hasta ella,
pero no fue asi. Mina se me acerco y me dio un largo beso con el que pude
sentir un sabor especial. Después bajo a mi pene y se lo introdujo en su boca,
me dio un par de lametones y se aparto. Yo empecé a forcejear desesperadamente
contra los grilletes, no había nada que hacer pero yo ya no tenia control sobre
mi mismo.
-Que poco has aguantado antes de desesperarte. Eso significa
que te corres en poco tiempo, lo cual no nos viene nada bien. Pero tranquilo,
te vamos a someter a un duro entrenamiento - dijo Mónica desde la cama.
Elsa se sentó encima de la cara
de Mónica, la cual empezó a lamer como una posesa. Mina mientras acerco la fucking
machine la coloco entre yo y Mónica y puso el dildo largo en ella. Después la
introdujo en Mónica y acciono la maquina. Mina jugaba con el control remoto
dándole mas o menos velocidad. Mónica pedía mas y mas, pero Mina estaba
disfrutando con el juego.
Sandra se acerco al tablón y
cogió otro dildo, se bajo los vaqueros y las bragas y se sentó al lado de la
cámara, pero mirando hacia mi, y se introdujo el dildo.
Era una locura, tanta mujer disfrutando a mi alrededor y yo
completamente empinado no podía ni tocarme. El placer de la erección dio paso a
unos pequeños espasmos por encima de los testículos, como si quisiera eyacular
pero no podría.
Mónica se corrió, y Mina dejo la
fucking Machine en modo lento, para ponerse de pie al lado de Elsa. Era la hora
de que Elsa le devolviera el favor a Mina. Y vamos que si lo hizo. En apenas un
par de minutos Mina se había corrido, se levanto y se fue al biombo apagando la
luz de fondo.
Sandra se había levantado y
llevaba los vaqueros ya bien puestos, tenia una expresión muy feliz en su cara.
Estaba controlando otra vez la cámara y la iba a dirigir hacia mi.
Elsa se había levantado cuando se
fue Mina y había puesto una velocidad alta en la fucking machine, con lo que
Mónica estaba dando unos botes terribles en la cama. Elsa se acerco a mi:
- Ahora te toca pasar un buen rato. – dijo mientras cogía mi
pene con una mano
mientras con la otra lo acariciaba. Entonces empezó a
pajearme y yo creí estar en la gloria. Me iba a correr inminentemente.
- ¡¡¡¡¡¡Que no se corra¡¡¡¡¡¡ - Grito entre botes Mónica –
Hay que empezar a entrenarle ya.
Sandra apago la cámara de video y
apago la fucking machine. Quito los grilletes a Mónica, a la que le costo un
poco levantarse. Elsa dejo mi pene y se fue al biombo del que salió Mina, la
cual se despidió hasta el día siguiente y se fue.
- Hoy no te vas a correr, y no solo eso, sino que me voy a
encargar de que no puedas hacerlo hasta que yo lo decida. Vamos a ponerte un
cinturón de castidad para que no te nos escapes ni tu ni tu semen. Si pensabas
que aquí podías llegar a follar con facilidad lo llevas claro. Primero
dominaremos tus eyaculaciones y luego ya veremos - Mónica me miraba y hablaba
con clara superioridad – Sandra avisa a Tamlyn y lleváoslo a la ducha.
Yo estaba con la cabeza ida, solo
deseaba correrme, no cabía otra cosa en mi cabeza. Solo con unos pocos roces me
correría, pero no me lo iban a permitir. Sandra
salió de la habitación y volvió con Tamlyn. Sandra me torturaba por el
camino, pasando su mano alrededor de mi polla pero sin tocarla. Me acercaron a
la ducha y Tamlyn me dio un apretón en los huevos. Eso me dolió, pero no fue
peor que la ducha en si. Juraría que era agua sacada del polo norte y me la
estaban dando directamente en mis partes. Tamlyn cogió un guante y empezó a
masturbarme, pero no podía correrme porque el agua me estaba congelando.
- Correte ahora que puedes. ¿O tienes algún problema? - Reía Sandra.
Al cabo de un par de minutos mi
pene estaba algo mas que flácido, no tenia ni la mitad de su tamaño normal en
estado de reposo. Ya me dominaba algo mas, pero sentía en mi pene una sensación
de cosquilleo, lo que resultaba algo placentero por un lado pero torturante por
el otro. Después me llevaron de nuevo al lado de la cama.
Elsa y Mónica ya estaban cambiadas con ropa de calle y
esperaban impacientes con unos calzoncillos un tanto raros y toscos.
- Mira te vamos a poner esto – Me dijo Elsa con una gran
sonrisa.
- Es un modelo que hemos diseñado nosotras mismas, es como
un cinturón normal – comenzó a explicar Mónica - en la parte en la que lleva un
catéter para tu orina y un agujero por detrás para que cagues a gusto, también
lleva este anillo donde va tu pene. El anillo vibra con este mando a distancia
del cual todas tenemos una copia. Lleva un candado a cada lado para que no te
lo puedas quitar, si se te ocurre cargarte los candados o algo te castigaremos,
además no te recomendamos que lo intentes ya que tiene unos sensores que hacen
que el anillo te estrangule el pene, con lo que t quedarías impotente. También
tiene un sensor de proximidad, si te acercas mas de 5 metros a nosotras sin
nuestro permiso el anillo te ira estrangulando según lo cerca que estés. Esto
ultimo es por si se te ocurre venir a hacernos daño. Todas, hasta Tamlyn tienen
el mando y el dispositivo por si te acercas sin permiso asi que no te pases un
pelo. Ahora nos iremos al salón todas menos Tamlyn. No intentes nada porque
ahora no tiene ni las llaves ni el control remoto, sin embargo si pasa algo
nosotras nos encargaremos de usar los nuestros. Mañana te quiero aquí a las 9.
Vístete y márchate.
Me vestí ante los ojos de Tamlyn
que me miraba sonriente y me fui no sin un ultimo cacheton de la criada:
- Espero tenerte pronto, asi que
tomate el entrenamiento en serio.
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