Allí estaba otra vez. Llegue un par de minutos antes de las
7. No sabia si quería comprobar que pasaría si llegaba tarde, aunque si que me
daba cierto morbo comprobarlo. Tamlyn me abrió la puerta, pero no se la veía
tan contenta. Eso me descoloco. Fuimos a la habitación y me puso el collar del
día anterior, después me hizo quitarme todo, incluso el cinturón para lo que me
presto una llave que después tuve que devolverle. Me llevo a la camilla y me
encadeno en ella. Salió de la habitación y después volvió con Mónica y Elsa.
Mónica iba con unas botas altas de cuero y un vestido de cuero con un buen
escote y cuya falda era casi inexistente, pero que dejaba ver un tanga de
encaje negro. Por primera vez iba maquillada con sombra de ojos, rimel, labios
pintados de rojo fuego y unos coloretes algo pálidos. Estaba inmensa como ama.
Elsa iba de enfermera con una blusa medio abierta unas medias de encaje y una
cofia. También maquillada con sombra de ojos, rimel y unos labios de color
oscuro. Venían con tono de niñas buenas.
- ¿Que tal esta mi invitado de honor hoy? – se dirigió
Mónica a mi pene a la par que lo cogía con una mano – Debe estar un tanto
agotado, pero quizá hoy no sea su día de descanso.
- Pensábamos que te gustaría mas jugar con nosotras mas que
con una simple criada – Elsa me empezó a acariciar el pecho y los pezones. Ya
me estaba excitando.
- Sabemos lo que hizo ayer contigo. No debía haberte montado
sin nuestro permiso. Después de las veces que la hemos dado lo que necesitaba.
Así que decidimos castigarla – Mónica comenzó a juguetear con las uñas en mi
pene y testículos, lo que me daba una agradable sensación – La hemos puesto un
cinturón de castidad a ella también, ya que hemos visto que las bragas se le
caen bastante rápido.
Metió mi pene su boca y lo saco sin tocarlo, haciendo amago
de algo que no sucedió.
– Tiene un electrodo
en el clítoris, y te vamos a dar un control que asiremos a tu muñeca cuando
estés aquí. Sera tu presa como castigo. Así cuando ella no te trate bien tu
podrás darla una descarga.
Yo ya estaba empalmado y Elsa había empezado a lamerme los
pezones con la punta de la lengua. Mónica me dio un largo beso en los labios y
de repente note que alguien me pajeaba a un ritmo descontrolado. Mónica me
devoraba la lengua con un beso de tornillo. Su cabeza daba vueltas mientras
pegaba sus labios con los míos, y entremedias una lucha sin cuartel. Esa paja
me estaba volviendo loco. Tanto, que olvide que tenia que aguantar lo que
pudiera. Elsa aviso a Mónica y esta se levanto, yo me corrí y todo fue a saltar
a mi pecho.
- Por lo que veo lo de ayer no te debió de cansar lo
suficiente. Eso esta bien, que tengas buena resistencia para hacerlo varias
veces sin cansarte, pero necesito que aguantes mas. Con Tamlyn no te corriste
en los diez minutos que te estuvo montando – Mónica empezó a esparcir el semen
en mi pecho.
- Ya llevaba 4 o 5 corridas cuando se me subió encima. Hoy
que estoy mas cansado y he cogido algo de forma en un par podría estar igual –
me deje llevar por el ímpetu de semejante momento y no pensé que Mónica se
fuera a molestar. Me quito la mano de encima y me dio una descarga en el
cuello. Se me tensaron todos los músculos del cuello, y eso dolió una
barbaridad.
- Mira chaval, aquí debes venir con la clara idea de que
nosotras mandamos. Tamlyn se convertirá en tu esclava temporalmente y bajo unas
normas, pero el resto somos intocables. Tus iniciativas no interesan – Dijo con
voz rotunda.
- Lo siento. Me deje llevar por el momento – me temía lo
peor. No quería que me castigaran. Todo aquello me daba cada vez mas morbo.
- No sirven los “Lo siento” - Elsa y Mónica salieron de la
habitación y Tamlyn entro.
- Tengo entendido que te han castigado – dije con intención
de vacilarla un poco.
Se levanto la falda y lo vi. Era como una braga pero tenia
dos tiras arriba que quedaban unidas por un candado.
- Aun no se como lo ha llegado a saber. quizá tenga una
cámara en alguna parte o algo – me cogió con las punta de los dedos el pene – veo que ya han
comprobado posibles avances. El hecho de que tengas el pecho lleno de semen no
es buena señal.
Mónica entro en al habitación y Tamlyn soltó mi pene y se
escondió la mano rápidamente.
- ¿No te tendremos que atar también las manos?
- Solo quería comprobar si ha progresado algo – Tamlyn no se
atrevía ni a mirar a Mónica.
- Ya ves que no es suficiente. Solo ha pasado un día. De
todos modos se me ocurre que podrías comprobar como esta ahora.
Tamlyn miro primero a Mónica y después se quedo mirándome a
mi. Estaba alucinando. Elsa entro con un bol en la habitación.
Espera Elsa, vete preparando la inyección antes que Tamlyn
quiere comprobar cuanto aguanta nuestro amigo – y nos miro a nosotros –
¡límpiale el semen de su polla¡
Tamlyn no sonreía, pero tampoco estaba descontenta. Sabia
que esto tendría truco. Me empezó a limpiar la polla a lametazos. Mientras lo
hacia Mónica le quito el cinturón de castidad. Elsa estaba en el armario
haciendo cosas.
- ¡Haz que se le ponga dura¡ - Mónica ya ordenaba con los
brazos cruzados.
Tamlyn empezó a chupar como si fuera un chupachups, con su
cabeza dando vueltas. Al poco ya estaba empalmado otra vez.
- Ahora quiero que lo montes.
Tamlyn iba a ir a buscar algo cuando Mónica la detuvo.
- Lo montaras sin condón. Si te quedas embarazada será tu
problema.
- Pero Mónica yo...
- Sin rechistes. Si el aguanta el tiempo que yo crea
oportuno te libras. Sino que tengas suerte.
Era una putada gordísima la que nos estaba obligando a
hacer. Además la cagada no había sido mía, y sin embargo podría pagarla yo.
Pero Tamlyn se subió encima mío, se metió mi pene y se llevo el dedo índice a
la boca en señal de que me callara. Supongo que si hubiera dicho algo podría
haber enfadado mas a Mónica así que estábamos mejor así. Tamlyn se empezó a
mover a un ritmo intermedio. Mónica le quito la parte de arriba del uniforme y
el sujetador. Tenia unos pechos redondos perfectos. le sobraba algún kilo pero
el espectáculo me empezaba a excitar bastante. Mónica volvió a jugar con el
semen de mi pecho y se llevo el dedo a la boca mirándome a los ojos con cara de
niña mala. yo estaba aguantando todo lo que podía, pero Mónica estaba jugando
conmigo. empezó a coger semen de mi pecho para ponérselo a Tamlyn en los pechos
y luego lamérselo. Aparte la mirada durante un segundo y recibí un bofetón.
Tamlyn empezaba a disfrutar a pesar de todo. El polvo en si junto con las
caricias de Mónica la habían puesto a cien, pero no todos los días son fiesta.
Mónica la mando bajar y acto seguido la volvió a poner el cinturón para su
desesperación. Después la mando a terminar de vestir. A mi me dejo como estaba,
completamente empalmado y deseando que terminaran conmigo.
Pero Mónica se dedico a otras cosas:
- Deberías probar el dulce sabor del placer – Mónica cogió
algo de semen de mi pecho y me lo hizo tragar. No me hizo ni puta gracia pero
cualquiera le decía nada.
- ¿Ya podemos empezar?- Dijo Elsa. Traía en un carrito un
bol de cera que me supuse para que era y una inyección.
- No te asustes por la inyección, no es nada – Mi “Ama”
sonrió y me inyecto en mitad del pene el liquido. Aparte del pinchazo que
dolió, empecé a notar raro el pene.
Elsa empezó a esparcir la cera por las piernas. No es que
tenga mucho vello, pero es largo, y la cera lo agarra bien. Puso la tira y
tiro. Eso dolió y mucho. Siguió a lo suyo.
- Esto es mas divertido que follar. quizá se lo teníamos que
hacer a todos los que te traigas por
aquí – rió Elsa.
Cuando acabaron con las piernas empezaron con mi pecho. Ni
se molestaron en limpiar el semen.
-Nosotras no nos lo vamos a acabar, ¿no lo querrás tu?
Negué con la cabeza y siguieron a lo suyo. Y llegaron a mis
partes. No creí que fueran a usar cera con una zona tan delicada, pero no se
cortaron un pelo. Que la cera estaba caliente me quedo claro. Eso si, sacaron
una cuchilla para dejarme un corazoncito encima del pene. Encima Mónica saco un
spray y lo pinto de rosa. Se estuvieron riendo un buen rato. Después de haberme
depilado de cuello para abajo se levantaron y me llevaron a una maquina que
trajo Tamlyn. Se trataba de una maquina de correr en una cabina. Me metieron
dentro, me ataron las manos con una cadena y la colgaron al techo para que no
pudiera bajar los brazos. Dieron una marcha normal. No podía hacer otra cosa
que correr, puesto que el suelo era la cinta y no había otro sitio para poner
los pies.
- Nos vamos a cenar. Si sobra algo ya veremos si te lo
damos. Pero la verdad es que estas un poco fondón, será mejor que te pongas en
forma rápido. Según tus constantes vitales ira mas rápido o mas lento. Si haces
un buen registro quizá te demos un premio...
Solo quedo Tamlyn conmigo. Vigilando que no me pasara nada.
Ahora tocaba esperar a que Mónica volviera.
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