Hacia 2 años y medio que Laura
era mi exclava. Cuando la conoci tenia 25 años y era una niñata virgen, que le
gustaba calentar pollas y no llegar a nada con nadie. Siempre la veía de fiesta
en los mismos bares con su grupo de amigas, que la tenían considerada como la
atrae hombres del grupo, pero como ella
era muxo de darse unos besitos y fuera, al final siempre acababan mojando
ellas. Pero ya con 25 años sus amigas ya empezaban a estabilizarse y tener
novios asi que ella decidió que ya iba siendo hora de tener uno en condiciones.
Y un dia se me acerco. Empezamos a hablar y conocernos, y pronto me di cuenta
de que no tenia ninguna intencion de llegar a tener sexo conmigo por lo menos a
corto plazo, asi que espere unos 3 meses de relación, y cuando vi que no iba a
ningún lado a pesar de mis tentativas, saque a relucir mi afición por la
dominación. Siempre he tenido carácter y eso parecía gustarle de mi, alguien
que fuera capaz de llevarla la contraria y en cierto modo apartarla de todos
sus caprichos. Quede con ella un dia en mi piso y después de un buen rato
poniéndola en su sitio la convenci para que viniera a vivir conmigo. Despues
poco a poco la fui sometiendo en las labores de casa y cuando se quiso dar
cuenta empezamos con el tema del sexo.
Empezo masturbandome, y poco a poco consegui que me hiciera mamadas. Los
castigos y azotes que se llevaba por las labores del hogar mal echas pronto
empezaron a gustarle. Al mes ya cometia fallos a posta solo para castigarla.
Pero llegamos a la penetración y a ella el tema no le convenció y todo pareció
echarse atrás. Pero se me ocurrió el plan.
Se acercaban las vacaciones de
verano y se suponía que íbamos a irnos a las islas baleares a pasar dos semanas en un viaje que yo había
contratado . Pero era todo mentira. La iba a llevar a una casa alquilada en
mitad de la sierra. Lo tenia todo preparado. Habia comprado una serie de
maquinas de follar, mordazas, esposas, cadenas, geles lubricantes y aceites
corporales de masaje. La tuve las dos semanas a base de orgasmos. Por las
noches la encadenaba a la cama y le ponía la maquina de follar que a la vez
lubricaba. Por las mañanas la tenia limpiando la casa encadenada de tal manera
que no podía moverse mucho, apenas lo justo, y con un consolador funcionando en
su vagina. Por las tardes la sentaba al sofá junto a mi a la vez que la sobaba
bien entera para después follarmela a mi antojo. De vez en cuando la quitaba la
mordaza para comer y para que me hiciera alguna mamada. Pero tal y como había
leído en distintos foros a ella le empezó ya a gustar el tema, tanto que una
noche decidi darle descanso pero ella empezó a refunfuñar y se lo tuve que
volver a poner.
Cuando volvimos ella siempre estaba
deseosa de tener sexo, es mas, empezamos a practicar el sexo anal por petición
suya. Cuando me quise dar cuenta los castigos ya no eran por haber dejado cosas
en la casa sin hacer, eran porque aprovechaba cualquier momento para
masturbarse. No me quedo mas remedio que comprarla un cinturón de castidad para
controlar todo aquello.
Al principio en seguida sabia como camelarme
para que se lo quitara. Me esperaba desnuda todos los días, me acariciaba, me
sobaba el paquete y en definitiva cualquier truco de mujer. Pero eso me estaba
quitando de amo. Asi que endureci los castigos físicos como los azotes, o
dejarla atada en posturas incomodas para no encontrarla desnuda al llegar a
casa.
Durante un tiempo la cosa funciono
bien, pero empece a estar muy liado con el trabajo y la descuide en el aspecto
del sexo. Me parecía un latazo tener que estar atándola para quitarla y ponerle
el cinturón, asi que llegados al punto solo me hacia mamadas que para mi era un
desahogo y a mi me bastaba. Asi que es bastante probable que sea por eso que al
final me encontre atado y desnudo en la cama. Asi es como lo vivi:
Me
despierto y me encuentro inmovilizado. Las manos esposadas al cabecero y los
pies a las patas. Tengo las piernas bien abiertas, lo cual pone bien expuestos
mis genitales. Ella entra por la puerta con uno de sus conjuntos de lencería.
Muy sensual y con paso provocativo
-Hola amo.
-¿Se puede saber a que viene el
atarme aquí?
-Tu tranquilo y relájate un rato
anda.
Ella empieza a acariciar mi torso
y a besar mis pezones, mientras una de sus manos empieza a acariciar mis
genitales que están completamente a su disposición.
-¿Sabes amo? Ultimamente con esto
del trabajo es que ya no disfrutas nada del sexo. Mirame, me tienes aquí
siempre bella para ti y esperando por ti y hace ya dos meses que no me follas.
-¿Tanto hace ya? No pensaba que
fuera tanto tiempo.
Mi pene ya esta como una piedra y
ella ha empezado a besarme por el cuello y a pasear sus labios cerca de los
mios. Suelta mi pene y me coge la cabeza con las dos manos acariciándola y me
mira a los ojos.
-Las ultimas veces solo has
querido que te hiciera mamadas. Y ya hace un par de semanas de eso, amo.
-Pues ahora mismo puedes hacerme
feliz con otra mas.
Se que ella no se va a atrever a
pedir que la folle porque sabe que solo por el hecho de pedirlo no lo hare,
pero la noto que lo pide a gritos. Se ha echado un par de veces la mano al cinturón
sin poder evitarlo.
-A tus ordenes. Pero amo yo me he
estado comportando bien todo este tiempo. Solo me gustaría recordárselo, amo.
Ella se introduce mi pene y
empieza a recorrerme un placer indescriptible. Me siento indefenso atado de esa
forma y eso me excita.
-Si no fuera porque estoy atado
te liberaba para que me follaras si quisieras.
-Puedes decirme donde esta la llave
y liberarme, luego te la devolvería amo.
-Se que no seria asi. Noto lo
caliente que estas ahora mismo.
Ella sube el ritmo y noto como en
breve me voy a correr. Estoy en la
cumbre, cierro los ojos……… y ella se para de repente.
-Se va a acabar esto del amo.
Estoy harta de no correrme y de ni siquiera tener sexo. Te tienes que ocupar de mi.
-¿Pero se puede saber de que vas?
-Yo también he estado leyendo en
foros, y al igual que las mujeres se vuelven locas si les haces tener muxos
orgasmos seguidos, se que a los hombres la castidad les produce el mismo
efecto. O me dices donde esta la llave o no te corres.
-No te pienso decir donde esta.
Esto es una gran falta y vas a pagar por ello.
Ella se sube encima mio y pone
sus pechos en mi cara.
-Seguro que te mueres por tocarlas y besarlas
y acariciarlas.
Me mira fijamente y con una de
sus manos vuelve a cogerme del paquete. Intento apartar la mirada de ella pero
ella me sigue. Mi erección es brutal y la verdad es que me muero por correrme.
-Solo tienes que decir donde
esta, yo me lo quito y follamos. Asi de sencillo.
-No te lo voy a decir. Y además
me vas a tener que acabar soltando. Yo puedo tener una tarde muy larga aquí,
pero pronto te la voy a devolver. Si me sueltas solo tendras el castigo que te
mereces por esto.
-¿Y si hago que te corras me lo
bajas?
Se
introduce de nuevo mi pene en sus boca. Sube y baja un par de veces mas
impidiendo que la intensidad de mi erección se pierda y ya de paso me quede de
nuevo al borde de correrme.
-Quiero
sexo y ya no me importa el jueguecito de amo esclava. Quiero recuperar el
tiempo perdido, dame la llave.
-No
acepto ordenes de ti exclava.
Se
levanta y se va, pero vuelve. Trae agua con hielos.
-Esto
va a ser mas largo de lo que piensas.
Mete
mis genitales en el agua con hielo. Pronto empiezo a notar como todo baja, pero
el calenton sigue en mi cabeza.
-Eso
puede ser malo para mi. A ver si me vas a provocar algún daño.
-Lo he
leído en los foros. A cierta temperatura no te pasara nada.
Ya esta
todo abajo y me quita el agua helada. Acto seguido vuelve a introducirse el
pene en la boca. Poco a poco vuelve a ponerse derecho y vuelta a empezar. Me
lleva hasta el borde del orgasmo y luego para. Vuelve a ponerme los hielos.
-No por
favor, para, por favor. Noto como mis pelotas crecen y se hacen mas pesadas.
-Dame
la llave de una dichosa vez.
-Nooooooooooo.
Repite
el ciclo una vez mas: mi pene se desinfla, quita los hielos, luego me acaricia
y cuando ya esta erecto me masturba hasta que estoy a punto de explotar, y luego
para. Vuelven los hielos. Pero yo no puedo mas.
-Basta.
Hablare. Esta en una de las patas de la cama. Por dentro. Quitas la tapa y ahí
la tienes.
-¿En
cual exactamente?
-En la
de la derecha.
Rapidamente
corre a levantar la cama pero no puede conmigo encima. Ingenia el modo de
hacerlo y la consigue.
-Seguramente
tendras otra porque sino de esta ya me habría dado cuenta. Pero me da igual, no
me vas a volver a poner esto otra vez.
Se
quita el cinturón y rápidamente empieza a masturbarse. Esta como poseída, pero
a la vez esta tremenda. Con una mano la entrepierna y con la otra se soba las
tetas. Mi pene a punto de estallar.
-Vamos
ya estas libre. ¡¡Follame por dios¡¡¡
-Vale,
pero antes tengo que hacer una cosa que sino no me duras nada.
Y va a
uno de los cajones y coge una especie de cordon húmedo que ata a la base de mi
pene. El caso es q lo hace con fuerza.
-Tiene
retardante para que dures mas.
Ya de
paso me pone un condon, Y me empieza a cabalgar. Yo noto como la sangre no
circula bien por mi pene, y a pesar de que me muero de ganas no puedo correrme.
Pasan los minutos y ella tiene varios orgasmos, pero yo no puedo correrme. Me
esta volviendo loco completamente. Al final ella para y se baja.
-¡No te
vayas, sigo atado y aun no me he corrido¡
-Voy a
ducharme.
Antes de irse me quito el condon
y el cordon alrededor de mi pene. Intente soltarme, pero no podía. Paso un rato
largo y mi erección acabo bajando. Estaba derrotado y agotado. Cuando por fin
salió de la ducha estaba muy guapa. Vestida de punta en blanco.
-Has sido un mal amo, y no me has
atendido como merezco. Me gustaba el jueguecito de amo exclava pero antes me
tenias mas satisfecha.
Me amordazo antes de que pudiera
decir nada. Y saco de su bolso algo que no podía creer. Era un cinturón de
castidad para mi. Consistia en una jaula metalica para envolver mi pene y un
candado que lo cerraba.
-Esto es para que sepas lo que se
siente.
Me puso aquello y me sentí
frustrado. Pero fue peor cuando ella empezó a lamerlo y su lengua se metia por
los recovecos. Mi pene intentaba ponerse erecto y no podía.
-Jajajajajajjajajaajaj. En unos
días volveré y te lo quitare no te preocupes. Tu madre viene luego. La he dicho
que estabas en cama malito. Agur
Se marcho de la habitación, pero
por lo menos me tapo con una manta. Cuando llego mi madre me quito las esposas
y me pregunto que había pasado. Le conte algunas excusas y la mande para casa.
Estuve casi dos semanas subiéndome por las paredes esperando a laura para que me quitara aquello
pero entonces llego una carta diciéndome que no iba a volver y que me buscara
la vida para quitarme aquello. Fue muy vergonzoso pero entre un amigo y yo
pudimos romper el candado sin sufrir daños. Al final perdi a mi esclava por
dejarla desatendida y encima ella me dio un buen escarmiento.
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